Los primeros meses...

Si, aquí estoy de nuevo en la blogósfera, con un espacio más fresco donde hablaré un poco de lo que ha sido este cambio de vida para mi... salir de mi Barquisimeto natal y parar en esta urbe de locos, porque eso es lo que es Caracas: una ciudad de locos, donde solo sobrevivimos: puros locos.

Ya han transcurrido cerca de cuatro meses, desde que después de graduarme de periodista, logré conseguir trabajo en un gran medio nacional y bueno, empezó la travesía... esa misma que me llevó a planchar las camisas por primera vez en mi vida. Las alisaba por un lado y se arrugaban del lado contarrio, la volteaba y se arrugaba el pedazo que estaba bien planchado y asi fue que aprendí... aprendí que debía comprar camisas y franelas que no se arrugaran jajajaja

Como buen guaro, parece mentira pero terminamos siendo tan o peores que los maracuchos en cuanto a regionalismo. Yo defiendo mi tierra como nadie, así que siempre andan comparando que esta vaina es mejor, y yo no me quedo atrás para defender lo mio, ando viendo las cosas que extraño de Lara y lo que nos diferencia de Locolandia (dícese Caracas).

Por ejemplo, aquí uno sube a un autobús y de una, acostumbrados como estamos allá que el chofer no nos ha dejado ni levantar la pierna cuando te dice: "Paga de una". Pero No, aquí te dejan con la mano extendida porque el fulano chofer te cobra es al bajarte: Primera cosa que me ladilló, me salí de la rutina.

Otra vaina: ¿Quién ha visto un recogelatas con IPod? Ni yo tengo, pero aquí en Caracas si los hay... pero eso es harina de otro costal, y material para otro post... así que esperen el próximo cuento de este Guaro Caraqueando!