Caracas vive de la apariencia

"Mañana voy mis amigas para el Tolón y seguimos en un café de Las Mercedes", escuché hablar por su IPhone, a una adolescente en tono sifrino, no mayor de 17 años. Luego de colgar la llamada volvió a su día a día.

"Para donde vas? le dice otra chica que la acompañaba. "Pa' donde más? pa Petare, mi amá me está esperando en el cerro pa' ponerme un disfraz bien 'Mostro' ahorita en carnaval", ahora en una jerga que jamás imaginaría la persona con la que habló vía telefónica.

Así como esta niña, vestida de manera humilde pero con su IPhone en mano, hay miles de casos en Caracas. Lamentablemente la gente de la capital prefiere comer cable pero andar con su Blackberry guindao en la oreja, usando ropa de marca o saliendo de rumba para el San Ignacio, así pasen trabajo en el resto de la quincena, con tal de que sus amig@s sepan que esta persona frecuenta estos lugares.

Ellos siguen con su eterna frase de que "lo demás es monte y culebra", cuando en realidad no ven enfrente de si mismos la realidad que se les presenta. La Caracas que nos quieren pintar a los del interior del país, es un total espejismo que sólo ellos se creen.

No se a quien engañan pero parece un mal común en esta "urbe", quizás inseguridad, pero que cada quince y último les hace desperdiciar lo poco que se gana con la actual situación económica del país.

Yo seguiré tratando de ahorrar y que no se me peguen estas malas mañas, mientras sigo caraqueando y extrañando a Barquisimeto.